miércoles, 1 de junio de 2011

RECUERDO DE PALMIRA

Palmira fue una antigua ciudad nabatea situada en el desierto de Siria, a 3 km de la moderna ciudad de Tadmor o Tadmir, (versión árabe de la misma palabra aramea "Palmira", que significa "ciudad de los árboles de dátil"). En la actualidad sólo persisten sus amplias ruinas que son foco de una abundante actividad turística internacional. La antigua Palmira fue la capital del Imperio de Palmira bajo el efímero reinado de la reina Zenobia, entre los años 266 - 272.

En el 41 a. C. los habitantes de Palmira huyeron de las tropas de Marco Antonio al otro lado del Éufrates. En el siglo I Siria se convirtió en provincia romana y la ciudad prosperó con el comercio de caravanas al estar situada en la ruta de la seda.
Tras una visita, el emperador Adriano otorgó a Palmira los derechos de ciudad libre y cambió el nombre a Palmyra Hadriana.
Tras la captura del emperador romano Valeriano en la guerra contra los sasánidas, Palmira defendió las fronteras bajo el mando del gobernador Septimio Odenato. Tras su asesinato, su viuda Zenobia en nombre de su hijo Vabalato, estableció en Palmira la capital de su reino nabateo. Mantuvo su independencia durante seis años frente al acoso y sitio por Roma consiguiendo extender su área de influencia hasta Egipto. En 272 fue derrotada y llevada cautiva por el emperador romano Aureliano quien la hizo tirar de un carro encadenada con cadenas de oro durante su marcha triunfal. Luego fue perdonada y se pudo retirar a una villa en Tibur. Tras una segunda revuelta de sus habitantes, Palmira fue arrasada en el 273.
Diocleciano reconstruyó Palmira aunque la nueva ciudad era más pequeña y estableció un campamento en sus cercanías como defensa contra los sasánidas. En el año 634 fue tomada por los musulmanes y en el 1089 fue completamente destruida por un terremoto.
Llegamos  a Siria por la noche, muy de noche, en un vuelo de 20 minutos procedente de Ammán en el que nos dieron un vasito de zumo de naranja. En la aduana nos hicieron cambiar de ventanilla tres veces hasta que un policía nos sacó de la fila y nos “retuvo”. Éramos seis “almas cándidas” sentadas en un banco en tierra de nadie esperando que alguien nos explicara qué pasaba, aunque estábamos tranquilos porque el policía nos había dicho “don´t worry, pleasse sit down” o algo similar que creí entender con mis litle-litle conocimientos de inglés. Toda esta aventura duró unos quince minutos, pero os prometo que en Siria, con un montón de policías de piel oscurita y viendo que todo el mundo pasa la aduana menos tú,… Como que se te hace un poco más largo.
Mi primer recuerdo de Palmira es del día que visitamos Palmira. Había preparado mi viaje a Jordania, me había documentado sobre Petra, el Mar Muerto, Madaba, había visto “Lawrence de Arabia”, conocía al rey Hussein y la reina Noor, a su hijo el rey Abdalá y cómo no, a su preciosa esposa Rania, etc… Pero el viaje tenía una extensión a Siria de tres días, visitaríamos Palmira y Damasco. Lo único que sabía de Palmira era que me sonaba a ciudad romana. Y de Damasco, que era una ciudad muy antigua y que San Pablo se convirtió al cristianismo durante su convalecencia en esta ciudad tras un accidente de caballo.
¡aaahhhchiisss! Este fue mi saludo a la ciudad de Palmira cuando atravesaba su gran arco de Triunfo siguiendo al guía beduino. Una caminata por un cardo, que lo de cardo lo había aprendido dos días antes en Jerash, es una calle principal flanqueada por columnas. Caramba, pensé, esta gente lo hacía todo grandísimo. Nos explicaron que la calle medía unos 1.200 metros y que estaba toda adornada con esculturas de ciudadanos notables.
En la foto se pueden apreciar los restos del gran arco levantado sobre la vía principal de la ciudad, y las majestuosas columnas que flanqueaban esta calle principal porticada. Excepcional obra maestra, de la que no se conoce el autor que la realizó, pero sí que es del siglo III.

 ¡aaachhhiiisss!, contesté a la propuesta de matrimonio que nos hizo un ligón eventual que buscaba su tercera esposa entre nuestro grupo.

Y llegamos al templo de Bel, el dios supremo de la ciudad. Aquí nos explicaron cómo eran las procesiones que organizaban en honor de su dios. Bueno, con lo grandísimo que se ve que era el templo, y los ceremoniales que te imaginas que seguían, pues vamos, que aquello debía de ser eterno. Y con ese sol de justicia que caía, ¡aaachhhiiisss!, Y como toda construcción lejana en el tiempo que ha visto pasar tanta Historia ante sí, supimos que en el siglo IV fue convertido en iglesia, después fue una fortaleza árabe, una mezquita y terminó siendo refugio de soldados y tribus nómadas.
¡aachhhiiisss! Nos enseñaron una serie de ruinas en mayor o menor grado de conservación. El teatro es precioso, es uno de los edificios mejor conservados, y podría servir como escenario de alguna representación, lo malo sería trasladarse hasta allí para ver representada “Electra”, “Las Troyanas” o “La bella Helena”.
 ¡aaachhhiiisss! El guía ya me miraba, cada dos pasos, yo estornudaba, así que dije: “creo que me he resfriado con el aire acondicionado del microbús”. “Nada de eso, es que tienes alergia a alguna planta”, dijo con aire de entendido… ¡Plantas! ¿Aquí hay plantas? Bueno, estábamos en pleno desierto, yo creo que el comentario era lógico, ¿no? “¡Pues claro, miles!, ¿es que te crees que en el desierto no hay plantas?” Creo que se calló lo de “tonta”. En fin, la lección de la flora desértica hay que repasarla.
Ahora, cuando repaso mis fotos de Palmira, o veo algún reportaje, o Siria aparece en las noticias, se apelotonan los recuerdos. Entre achis y achis, conocí las ruinas de una ciudad que guarda la historia de la reina Zenobia, una mujer extraordinaria, capaz de levantar un imperio en poco menos de seis años, y hacer frente a la poderosa Roma. Una mujer a la que históricamente, se compara con Cleopatra, aunque  a mí se me viene a la mente Margaret Thacher. 
Y cada vez que estornudo en mi trabajo, recuerdo que nunca es tarde para aprender botánica y no quedar como una tonta delante de gente desconocida.
¡¡¡aaachhhiiisss!!!

1 comentario:

  1. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar