martes, 9 de junio de 2015

RECUERDOS DE UN GLOBO



Alguien tenía que hacer un trabajo sobre un cuento de Gloria Fuertes, no pude ayudarle. Mis recuerdos de Gloria Fuertes no son tan románticos como deberían. Aunque sí recordé inmediatamente mi programa infantil (no el preferido, sino el único que había entonces): Un globo, dos globos, tres globos. Sí, la letra era de Gloria Fuertes, sí, ella colaboraba en el programa, contaba cuentos recitaba poesías,… Pero no era eso lo que llenó mi recuerdo. No, ¡los globos!  ”La luna es un globo que se me escapó”, “la tierra es un globo donde vivo yo”,…  ¿“Cinco semanas en globo”? o ¿“la vuelta al mundo en 80 días”? Recuerdo cuando intenté leer “Cinco semanas en globo”,… sólo tuve el libro en mis manos una hora, la madre no me dejó cogerlo a la semana siguiente en la biblioteca: no tenéis que coger el mismo cuento siempre, tenéis que variar. A ver, madre, no lo entiendo, ¿no puedo repetir libro aunque no lo haya terminado? ¿Tengo que elegir leer cosas que pueda acabar en una hora? ¡Viva el fomento de la lectura! (… de revistas y tebeos, claro) 
Ya más mayor, un ejercicio en Inglés. Tenemos en un globo a Ronald Reagan (entonces presidente de los Estados Unidos, ya no era el sheriff de las pelis de los sábados), al Papa Juan Pablo II y a Miguel Bosé,… el globo pierde altura, se  va a estrellar,… hay que “soltar lastre”, ¿a quién tiramos? Anda, seño, ¡pues a Reagan!... Pero seguimos bajando, ¿a quién ahora? Puf, seño, ahora que somos “Totus Tuos”,… ¡no vale! ¡Porque Miguel Bosé está buenísimo! 


¡Y llegué a Capadocia! ¿Quién se apunta a la excursión en globo? Yo, claro. Tuve que sospechar algo cuando a las tres de la mañana empezó la aventura sin nuestro guía habitual,… ¿Bairán no viene? Ejem,…. Los globos empezaron a inflarse en la gran explanada, un espectáculo maravilloso, aún en la noche, iban tomando cuerpo,… colores, dibujos,… A ver el grupo 17… usted por aquí, usted aquí,… cuatro aquí,.. No usted en este lado,  Oiga, que mire, que aquí tengo a un compi de ladodecesta que mide dos metros por 130 kilos de peso,.. Que no sé yo,… que no sé ni cómo pude meterme en la cesta,… que ya empieza a amanecer,… ¡¡¡qué bonito!!! Ah, sí, que tenemos órdenes estrictas de obedecer al capitán, vaya in english, puf.
Mientras contemplaba aquel impresionante paisaje, aquel maravilloso amanecer,… no pude evitar recordar,… si ahora necesitamos “soltar lastre”,… de los 34 que vamos, ¿quién “se baja” el primero? Problemas, Owama no viene en este globo, podría, pero, no. Papa Benedicto, me da que tampoco ha subido, no lo veo. Pues oiga, mire, que talmente que yo soy como si fuera Miguel Bosé, (bueno, yo y mi amiga, claro, Migueles Bosés a bordo). Gracias a Dios y al capitán-comandante-piloto, el aterrizaje fue perfecto. Claro, perfecto, pero,… “please, down, down”. Que nos tuvimos que agachar y agarrar a las cuerdas, y esperar,… ¿esperar, qué? Aquel “hola-hello-hi” de los empleados de la compañía globera sonó a música celestial. ¡Ay! ¿Pero que cómo salgo yo de aquí? Para entrar en la cesta lo tuve mal, difícil, pero conseguí escalar y saltar al interior, ¿pero cómo salir?  Realmente, no me acuerdo, intuyo que el compi de dos metros por 130 kilos me cogió en brazos después de que yo consiguiera escalar, pero no saltar al exterior,… anda, que si lo llego a “soltar de lastre”,…
Con el subidón de adrenalina a cuestas, brindé con champán de manzana que no era sidra ni parecido, me saqué fotos con mis compis de vuelo y con el equipo globero, recogí mi diploma de globonauta, y llegué al hotel a las ocho de la mañana deseando desayunar y empezar mi día de excursión.
¿Qué aprendí? Pues no sé. Recorrí un paisaje único en el mundo, contemplé un amanecer inolvidable, di gracias a mi Creador por todo ello. Y sentí una vez más lo generosa que es la Naturaleza con ese ser débil, insignificante y pequeño que para ella es el hombre. Aunque, claro, el hombre sea a su vez el ser más engreído y pagado de sí mismo que pulula por la Naturaleza creyendo que es el sheriff.