jueves, 22 de marzo de 2012

RECUERDO DE FRANCISCO VALLADARES

¡Había teatro! Al día siguiente me iba de excursión con el colegio. Aunque tenía que madrugar, me dejaron quedarme, al fin y al cabo, iba de viaje y podía dormir en el autobús. Empezó la obra…y terminó. ¿Cómo puede pasar el tiempo tan rápido? Aquel rato habíamos estado en casa de una familia que alquilaba habitaciones, o las prestaba o no sé qué hacía con ellas, no me acuerdo. España estaba en guerra consigo misma, y en aquella casa había soldados, hombres de paso, no sé. Aquella gente se comportaba de una forma extraña, uno quería robarles, otro “se aprovechaba” de las hijas, el padre andaba perdido, la madre no estaba,… No se sabía muy bien si aquellos hombres iban a algún sitio, si huían, o si simplemente se escondían esperando que aquello pasara. Y llegó el protagonista, el protagonista dio un vuelco a la vida de la casa, un hombre tranquilo, callado, misterioso, fuera de lo corriente…Ya lo entendí, en mi mundo de niña, encajé el título perfectamente. Aquella obre se titulaba “La casa de las Chivas” porque las hijas estaban como cabras, se enamoraban del huésped, y competían por él. ¿Y quién era él?, Él era quien me transportó a los años de la guerra, a los años en que la necesidad ahoga, los tiempos en que se lucha por sobrevivir, los tiempos en que no se puede hablar, no se puede sobresalir, tiempos de hambre, de enfrentamientos entre hermanos, El personaje se llamaba Juan, pero el actor que me enseñó todo aquello era PACO VALLADARES.
Tiempo después, en la radio, descubrí a Rudyard Kipling, ¿quién era esa voz que me enseñaba a SER HOMBRE? ¿Quién era esa voz que me decía que cuando “nadie que me hiera, llegue a hacerme la herida, SERÉ HOMBRE? Esa voz era PACO VALLADARES.
¿Y quién era ese hombre que encontré en televisión recitando las canciones más tontas como si fueran versos del Sigo de Oro mientras todo el público se desternillaba de risa? Ese hombre era PACO VALLADARES.
Desde que lo conocí interpretando a Juan en aquella obra, me he limitado a tenerle presente en mis conversaciones sobre teatro, a escucharle cada vez que tenía ocasión, y a tratar de extraer todas las enseñanzas que transmitía en sus recitales y actuaciones.
Ahora ha muerto, y muchos lamentan que no tuviera en vida el reconocimiento público que merecía.
Yo sólo puedo darle las gracias por enseñarme, con su quehacer profesional que


Si hablas con el pueblo, y guardas la virtud.
Si marchas junto a Reyes, con tu paso y tu luz.
Si nadie que te hiera, llega a hacerte la herida.
Si todos te reclaman, y ninguno te precisa.
Si llenas el minuto inolvidable y cierto,
de sesenta segundos, que te llevan al cielo.
Todo lo de esta Tierra será de tu dominio,
Y mucho más aún ...
¡Serás un Hombre, hijo mío !

Muchas gracias, Don Francisco.





3 comentarios:

  1. Hola, soy Silvia, sobrina de Paco, buscando otra cosa he llegado a tu bloq y he leido emocionada lo que has escrito. Conociendo a Paco sé que estaría encantadísimo de leer estas líneas y, sobre todo, de que su trabajo y buen hacer haya calado hondo dentro de ti. Paco tiene la suerte de que vivirá para siempre en los corazones de los que le apreciamos.
    Muchas gracias

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    1. Hola, Silvia. Me preguntaron para qué servía este blog. He encontrado la respuesta: LA COMUNICACIÓN. Ha sido un honor haber "conocido" a vuestra familia. Gracias por tu atención y tus palabras.

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  2. Guay, Pilar, que bonito...........
    Como has evolucionado desde que no visitaba tu blog¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
    La verdad es que escribes muy bien.
    Besos.- LUISA

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